¿Qué es NEO?

Neo - economía inteligente

El mundo de las criptomonedas se ha transformando en una espesa selva. El concepto «Bitcoin» ha empezado a calar hondo en las entrañas de la sociedad pero el asunto de la Blockchain comienza a desplegar su potencial y ha devenido en un universo de posibilidades. Tras esta vorágine surgen brillantes y coloridas cuentas de cristal que se nos semejan diamantes y, en algunos casos tal vez lo sean. El futuro es imprevisible pero esta cualidad siempre nos ha fascinado. Y, naturalmente, no podemos evitar hacer apuestas buscando en cada una de ellas el vellocino de oro o el toque del rey Midas que nos haga la vida más amable. Invertir en criptomonedas es el nuevo El Dorado y, algunos de estos mapas del tesoro apuntan hoy a Neo.

¿Qué es NEO?

Para comprender Neo debemos echarle un vistazo a Ethereum.  Al fin y al cabo hay quien dice que Neo es el Ethereum chino y algo de razón no le faltará. Neo es un ecosistema basado en una Blockchain sobre la que se ejecutan contratos inteligentes, como Ethereum. Pero, lógicamente, Neo pretende ser algo más que supere a la propia Ethereum y resuelva algunos de sus inconvenientes actuales como el problema de la escalabilidad que es una sombra que aún planea sobre la madre de los contratos inteligentes. Por ejemplo, Ethereum puede procesar aproximadamente 15 transacciones por segundo. Teóricamente Neo puede procesar alrededor de 1000 o incluso llegar a 10.000 transacciones por segundo haciendo algunos ajustes aqui y allá.

Para definirlo brevemente: Neo quiere ser un registro y mercado de bienes digitales con contratos inteligentes. Un sistema que permite digitalizar activos del mundo real, permitiendo el registro, depósito, transferencia, negociación, compensación y liquidación a través de una red descentralizada y segura. Neo puede mantener registros totalmente confiables de las transferencias de activos digitales asociados a contratos inteligentes. Cualquier tipo de activo es susceptible de ser digitalizado para intercambiarse, comprarse, venderse, distribuirse o incluso modificarse siguiendo fielmente las reglas acordadas en dicho contrato.

La plataforma tiene un potencial para aplicarse en áreas como crowdfunding, negociación de acciones, préstamos, programas de fidelidad, fondos de capital privado, financiamiento de cadenas de suministro y un largo etcétera.

No es imprescindible comprender las complejidades técnicas que deberá resolver Neo para decidirse a invertir pero sí es siempre muy aconsejable tener cierta idea de lo que se trata para abordar el asunto con la debida inteligencia. Mi propuesta es que podamos tener un conocimiento suficiente como para poder decidir qué tan interesante y qué tantas posibilidades de futuro tiene.

Una plataforma, dos tokens

La plataforma funciona con dos tokens: Neo y Gas. Ambas con una cantidad de 100.000.000 de unidades. Neo no es divisible y Gas si. Quienes poseen Neo adquieren derecho a voto en la plataforma y también reciben dividendos en forma de Gas que se produce a razón de 8 Gas por bloque. Esta producción irá decreciendo a razón de 1 Gas cada 2 millones de bloques hasta alcanzar los 100 millones, alrededor del año 2039, momento en el cual dejarán de producirse.

Gas se usa para implementar y ejecutar contratos inteligentes según tarifas proporcionales a los recursos computacionales consumidos por el contrato. Estas comisiones se distribuyen a los nodos validadores como recompensa por su actividad en la red.

Monederos para Neo y Gas

La comunidad de Neo ha desarrollado una interesante variedad de wallets o monederos  que, en su mayor parte, sirven para gestionar tanto Neo como Gas. Como wallet para escritorio y los sistemas operativos MasOS, Windows y Linux tenemos NEON  que entra dentro de la categoría de wallets ligeros ya que no precisa descargarse la totalidad de la Blockchain.

NEO Wallet

NEO GUI  es un nodo completo ya que debe sincronizarse con la Blockchain entera y, por tanto, precisa de una gran cantidad de espacio en disco.

NEO Gui

NEO WALLET  es otro monedero ligero que, aunque se ejecuta en el navegador, mantiene los archivos y claves privadas en el propio dispositivo.

Existen también monederos Neo para Android  y para iOS  así como un generador de monederos Neo de papel.

Guardar tus Neo en un monedero propio te permite recibir las recompensas en Gas que dichos Neo generan. Ten en cuenta que si mantienes tus Neo en un Exchange los Gas que te correspondan pueden quedarselos el propio Exchange aunque no siempre es así; por el momento Binance sí entrega el Gas generado a sus usuarios que posean Neo en dicha plataforma.

NEO no siempre fue NEO

La primera plataforma Blockchain china nace en 2014 con el nombre de AntShares. Tres años más tarde, en 2017, el nombre y la marca cambian y pasa a llamarse Neo. Aparentemente se busca un nombre más acorde con sus objetivos ya que Neo proviene del griego y se refiere a nuevo, novedoso o incluso joven. Tras este rebranding hay, en realidad, un intento de establecer relaciones de confianza con el gobierno chino y las empresas privadas que patrocinan o apoyan este proyecto entre las que se encuentran Microsoft China, Coindash o la empresa de cambio de criptomonedas Binance, entre otras. Microsoft incluso afirmó que OnChain, la compañía detrás de Neo, es «una de las 50 compañías emergentes de China». Pero ojo, Microsoft tampoco es el oráculo de Delfos.

El gobierno chino siempre se ha comportado como una espada de Damocles para el mundo de las criptomonedas. Así que Neo no se ha definido en ningún caso como una criptomoneda sino como un protocolo Blockchain. En realidad, cualquier criptomoneda basada en Blockchain es prácticamente una protocolo Blockchain. Y viceversa, un protocolo Blockchain es o puede ser una criptomoneda en tanto y en cuanto se puede transferir el token o los tokens que se generan a partir de ella y ser usados como dinero. Pero al gobierno chino parece que le van las formalidades más que las sutilezas semánticas. Para Neo es fundamental estar en buenos términos con China ya que es su principal campo de acción y objetivo. Tanto es así que, por el momento, ni se han tomado la molestia de traducir la página web principal de Neo a otro idioma.

La cooperación con el gobierno chino es imprescindible para el desarrollo de su hoja de ruta ya que el punto principal en el desarrollo de su plataforma de activos digitales o plataforma financiera es que sea totalmente confiable. Las transferencias de valores y los contratos inteligentes en Neo precisan de firmas electrónicas totalmente seguras basadas en una absoluta confianza. Es por esto que en Neo están desarrollando un sistema de identidad que certifique las transacciones. Desde el 2005 la «Ley de firmas digitales» china permite que dichas firmas sean legalmente vinculantes. Por tanto, en Neo dichas firmas irán asociadas a una identificación totalmente confiable que incluye firmas criptográficas así como identificaciones personales biométricas, huella dactilar, reconocimiento de voz y otras. La identidad digital es un factor clave en el desarrollo de Neo ya que establecerá un vínculo de confianza entre los activos digitales y las entidades físicas que los emiten con lo cual se pueden prevenir eficazmente los fraudes y ajustarse a la legalidad respecto, por ejemplo, a la prevención del blanqueo de capitales. También es definitivamente importante en relación a los diferentes documentos que pueden almacenarse en la Blockchain de Neo como contratos, certificados de propiedad intelectual o registros médicos.

El problema de los generales bizantinos.

Una de las peculiaridades de Neo es que su algoritmo no se basa en las conocidas Proof of Work o Proof of Stake sino en uno completamente nuevo que pretende resolver de otra manera la cuestión de la confianza y validación de las transacciones que se escriben en los bloques de su cadena y que denominan dBFT (delegated Byzantine Fault Tolerance) o «Tolerancia a fallos bizantinos delegada». El nombre deviene de un problema informático ya clásico cuya resolución nos ha entretenido durante años. Básicamente la cuestión es la siguiente:

Imagina que una ciudad está sitiada por un número n de generales. Deben ponerse de acuerdo para atacar o retirarse. Hay uno que hace de comandante encargado de dar la orden y un determinado número de tenientes que la reciben y se la comunican entre ellos para confirmarla. Todos deberían actuar al unísono. El problema surge si alguno de ellos es un traidor. Puede ser el comandante dando órdenes contradictorias a diferentes generales, puede ser un general que afirma falsamente a otro general que ha recibido una orden que contradice la que ha recibido este. En fin, que se hace necesario tener algoritmos de respuesta que resuelvan la situación en caso de duda o, también, cuando alguien no ha recibido el mensaje. La opción (atacar o retirarse) que se lleve a efecto es aquella que tenga más del 50% de los votos.

En la práctica, un consenso en la blockchain Neo debe darse, por ejemplo, cuando se realiza un intercambio de tokens según lo establecido en un contrato inteligente. Imagina que estamos haciendo una transacción basada en un contrato: yo te envío X tokens A y tú los recibes cuando hayas subido a la Blockchain Y tokens B. Ya una vez que los has recibido puedo acceder y tomar posesión de los que has subido tú. Es evidente que todo debe darse según una secuencia determinada. Si tú recibes mis tokens A antes de haber ingresado tus tokens B el fallo es evidente. Por eso es muy importante que los nodos estén de acuerdo en cómo debe ser la secuencia y no puedan producirse fallos.

En Neo el número de transacciones que pueden realizarse por segundo es mucho mayor que en Ethereum. Entre otras razones porque las validaciones no tienen que ser hechas por todos los nodos. En realidad los usuarios eligen a un grupo de nodos para que se encarguen de llegar a consensos. Uno de ellos comprueba que todo sea correcto y envía su veredicto a los nodos delegados para que voten si están de acuerdo con esa decisión. Como dije, el consenso se alcanza con dos tercios de votos positivos. Y si no, el proceso ha de repetirse eligiendo a otro nodo para que haga la comprobación o los cálculos iniciales. Es decir, se plantea un escenario similar al del problema de los generales bizantinos.

Aparentemente el algoritmo dBFT resuelve el problema de que haya delegados maliciosos o, simplemente que alguno de ellos no se comunique por algo tan trivial como que se haya cortado la electricidad. Digo aparentemente porque en la práctica se han producido fallos precisamente porque un nodo se desconectó durante el proceso de consenso.

Malcolm Lerider
Malcolm Lerider, Senior R&D Manager de NEO

Y esto, en una criptomoneda con una capitalización de mercado de 5.908.142.500 dólares parece un poco chistoso. Por tanto, hay que recordar que aunque básicamente funciona, su desarrollo aún está en una fase muy temprana.

¿Qué es lo que está funcionando?

Con las características particulares que he descrito hasta ahora tenemos una criptomoneda con un funcionamiento muy parecido a Ethereum. Se pueden programar contratos inteligentes y hacer que se ejecuten aportando el GAS (véase ¿Qué es Ethereum?). Sobre la Blockchain de Neo también se pueden programar dApps, aplicaciones basadas en contratos inteligentes. Actualmente hay alrededor de 38 dApps desarrolladas por OnChain o por terceras partes. Cualquiera puede construir dApps sobre la Blockchain de Neo. Sobre Ethereum, por supuesto, también se pueden programar dApps y actualmente funcionan sobre esa red varios miles pero hay que tener en cuenta que Ethereum lleva ya funcinando tres años. La hoja de ruta de Neo quiere apuntar algo más alto.

¿Qué es lo que se espera?

El whitepaper de Neo, más que un documento técnico es una declaración de intenciones. No pretendo ser puntilloso pero se hubiera agradecido algo más de profundidad en los conceptos. Basados por tanto en su hoja de ruta, se espera que hagan funcionales todas o algunas de estas características

  • Superconducting Transactions (transacciones superconductoras). Un concepto similar a Lightning Network  que otras criptomonedas están tratando de implementar, incluida Bitcoin y que permitiría la implementación de mercados financieros descentralizados pero con la seguridad de los centralizados. Básicamente es que una transacción se guarda en una cadena paralela hasta que se cumple la condición de un contrato inteligente. Esto elimina la necesidad de terceras partes para custodiar un valor (scrow). Y, además, favorece la escalabilidad y velocidad de todo el sistema.
  • NeoX. Es el equivalente a las Atomic Swaps o intercambios entre diferentes Blockchain. Una implementación fundamental para permitir transacciones entre diferentes criptomonedas o activos digitales. No está muy claro como será el fundamento técnico de esto en Neo.
  • NeoFS. Es un protocolo que permite fraccionar archivos grandes y distribuirlos a través de toda la red creando una especie de «Dropbox» descentralizado. Según sus especificaciones los usuarios podrían elegir el grado de confiabilidad con un coste mayor si se busca una resiliencia alta almacenando dichos archivos en los nodos más confiables de la red.
  • NeoQS. Está bien que pensemos en posibles desastres futuros. la computación cuántica es una realidad, aún en pañales y con escasas aplicaciones prácticas pero, ya se sabe… «las ciencias adelantan que es una barbaridad». Y si los ordenadores cuánticos llegan a ser funcionales con una capacidad de procesamiento fundada en una suficiente cantidad de Qubits pocos sistemas en el mundo serían realmente seguros, incluidos los de toda la infraestructura bancaria. Neo quiere resolver este dilema creando un sistema resistente a ordenadores cuánticos y que ha llamado Quantum Safe (QS) o mecanismo criptográfico basado en rejilla. Por el momento, como operación de márketing no está mal.

La cuestión es quién se llevará el trozo mayor del pastel

Neo tiene que competir por ocupar su espacio contra un gigante que le gana en edad y popularidad que es, evidentemente, Ethereum. A nivel de desarrolladores Neo ofrece la ventaja de soportar distintos lenguajes de programación como C#, VB.net, Java, Kotlin y algún otro mientras que Ethereum usa su propio lenguaje propietario llamado Solidity que requiere de los programadores un aprendizaje adicional. Aún así, la diferencia en cantidad de dApps y contratos inteligentes ejecutándose es abrumadoramente mayor en Ethereum. Pero, claro está, hay que tener en cuenta la diferencia de edad. En algunos puntos, Neo parece dar pasos algo inconsistentes, no suficientemente documentados aunque es indudable su capacidad para generar entusiasmo en su comunidad y llevar a efecto prácticas para dinamizarla. Es decir, en márketing Neo sabe lo que hace. En cuanto al desarrollo en sí no parece tan sólido como las cartas que siempre se saca de la manga la arrolladora personalidad creadora de Vitalik Buterin con Ethereum.

Neo ha sabido atraer a grandes y pequeños inversores con su sistema de retribuir con GAS a quienes tengan Neo. La distribución inicial de Neo ha sido totalmente centralizada puesto que todos los Neo existentes fueron preminados y están sirviendo muy eficazmente para financiar el proyecto. Lo que atrae principalmente a pequeños inversores que, tal vez, no se preocupan demasiado de conocer el proyecto sino que van siguiendo impulsos a ritmo de bombo (hype, le dicen los anglosajones) es el pensamiento simplista de que, siendo su emisión limitada a 100 millones de Neo y otros tantos de Gas que vas recibiendo simplemente teniendo Neo en un wallet, la inversión es redonda. A medida que aumente el uso e implantación de esta plataforma su valor debe crecer exponencialmente. Y la conclusión, en realidad, es la auténtica clave del asunto: ¿crecerá Neo como imaginamos?

No solo está Ethereum ocupando este terreno. También está Ethereum Classic, Waves o Nxt, entre otras. Además, no a todo el mundo le hará la misma gracia usar una plataforma tan comprometida con un gobierno como el Chino y con grandes empresas privadas. Pensemos que el mundo de los Exchanges, mercados de activos digitales y creación de tokens en plataformas muy o totalmente descentralizadas está ahora echando sus primeros y prometedores brotes, incluso con proyectos mucho más amigables con la cultura llamada «occidental» como, por ejemplo, Lescovex.

En general, este tipo de plataformas están muy lejos aún de su uso práctico a nivel usuario corriente así que, sin duda, puedo profetizar que tiene muchas opciones de triunfar aquella que consiga hablar un lenguaje que se entienda a nivel de la calle. Hay dos caminos: el de implantarse a nivel grandes empresas y que estas creen opciones amigables con sus usuarios y el de llegar en primera instancia a la gente corriente lo cual, sin duda, sería un atajo hacia la meta de la usabilidad.

Neo está más cerca del gran mercado asiático. Pero aún es pronto para decir que se va a comer el mundo.

@sofocles